Con la llegada del invierno toca adaptarse al frío, enfundarse en capas y capas de ropa, poner un edredón, echarte una manta en el sofá y, como no, tomarse un buen caldo caliente.
Al igual que nosotros, las plagas también se preparan para sobrevivir al descenso de las temperaturas, y es curioso ver como cada plaga lo hace de una forma diferente, aquí os dejamos algunas de las estrategias que usan.

Roedores
Estos animalitos se vuelven más caseros, buscan lugares cálidos y acogedores para resguardarse. Son capaces de colarse por pequeñas grietas y agujeros en busca de calor y comida. Por eso mismo, si escuchas ruidos por las paredes o el techo… ¡estate alerta!

Cucarachas
Todos hemos escuchado alguna vez que las cucarachas son muy resistentes… ¡pues es totalmente cierto! Estos insectos prefieren el calor, por lo que en invierno ralentizan su metabolismo y se esconden en lugares más cálidos y húmedos. Por ejemplo, les encanta hacer sus nidos en tuberías, sótanos, y detrás de los electrodomésticos, donde el calor y la humedad de los motores y, por qué no, la grasa que sueltan, les dan todo lo que necesitan para sobrevivir.

Hormigas
La mayoría de las hormigas se retiran a sus hormigueros subterráneos, donde suelen formar grupos apretados para mantener el calor entre todas y se alimentan de las reservas que han ido acumulando durante el resto del año.

Termitas
Siguiendo con que las termitas son de las plagas más complejas, su actividad no se ralentiza durante el invierno, sino que se mueven a zonas más profundas en la tierra para mantener el calor. Por eso, es normal que en estructuras donde haya termitas, con el descenso de la temperatura parezca que se han ido, y sí… pero de forma temporal.

Arañas
El tema de las arañas… ¡es otro mundo! Estos pequeños insectos entran en un modo… llamémosle hibernación, durante el invierno. Son capaces de producir una sustancia similar al anticongelante en su cuerpo, y permanecen “dormidas” en grietas y otros rincones.


Dicho esto, en invierno solemos bajar la guardia al ver menos actividad, pero en verdad es una buena época para realizar mejoras estructurales y tareas de prevención. Sellar grietas y agujeros, mantener la limpieza, reducir la humedad en sótanos y áticos, y aprovechar para inspeccionar las áreas más oscuras, cálidas y escondidas de tu hogar.

¡Mantente alerta! y ante la duda… ¡llámanos!